Las cuevas y cavernas oaxaqueñas vienen en todas formas y tamaños. Algunas incluso se encuentran entre las más profundas del mundo, destacando la de “El Sótano de San Agustín”, que se ubica en la Sierra Mazateca, cerca Huatla de Jiménez. Muchas de las cuevas sólo se exploran parcialmente y otras como la cueva de Apoala están estrechamente vinculadas con la cultura local. La Cueva de Chevé no fue explorada hasta 1996, al menos no por espeleólogos modernos (los restos de un explorador prehispánico fueron encontrados en el interior).
Las propiedades físicas de la tierra oaxaqueña han permitido la creación de estas espectaculares atracciones naturales, que siguen atrayendo a espeleólogos de todas partes del mundo interesados en explorar sus rincones.
Otras cuevas incluyen: Cueva San Sebastián y Cueva Lázaro Cárdenas