El quesillo es un queso de sabor único que se funde perfectamente en quesadillas, tlayudas y cualquier otra cosa que te puedas imaginar. Es muy importante en la cocina oaxaqueña ya que no sólo se añade a muchos de los platillos y antojitos del estado, sino también se sirve como botana en fiestas o mientras se toma una cerveza.
También conocido como ‘Queso Oaxaca’, el quesillo, es complicado de producir debido al proceso de estiramiento que tiene lugar una vez que el queso alcanza un pH específico y la consistencia de la goma de mascar. El proceso de estiramiento implica esencialmente en tirar del quesillo en agua hirviendo y luego se extiende hacia fuera en cintas largas. Finalmente se envasa enrollándolo en bolas (como una bola de lana) y colocándolo en una bolsa de plástico protector.
Etla y sus alrededores es la zona de Oaxaca generalmente asociada con la producción de quesillo. Hay dos versiones de como se inventó este delicioso producto lácteo. Los habitantes de Etla cuentan una historia de una niña que estaba haciendo queso (la producción de queso y quesillo comienza de la misma manera), pero olvidó drenar el suero de la leche una vez que el queso estaba listo; y en un esfuerzo por ocultar el hecho de sus padres, arrojó agua hirviendo sobre el queso y listo ¡nació el quesillo! La otra versión de como el quesillo llegó a existir en Oaxaca, es que el proceso de pasta hilada (estiramiento de queso) de origen italiano, fue traído por los monjes dominicos.
El quesillo se vende por kilo y se encuentra presente en todos los mercados y cremerías del estado. Puedes degustarlo al pedir una muestra gratis.