Los alebrijes oaxaqueños son maravillosas y extrañas figuras que nacen de la imaginación de los artesanos de Arrazola Xoxocotlán y de San Martín Tilcajete. La forma de los alebrijes es tallada en madera de copal y luego cubierta con una capa de base antes de ser decorada con otros colores. La elaboración de cada pieza es única y puede tomar incluso meses desarrollarla. En algunos lugares es posible ver a los artesanos trabajando e incluso tener la oportunidad de decorar tu propio alebrije.
A pesar de que los alebrijes se producen en dos pueblos, es muy común encontrarlos por todo el estado. Solo basta dar un recorrido por el centro de la ciudad para comprobarlo.